domingo, 10 de junio de 2012

Camino a casa...

Luciérnagas Ahí, Ahí hay otra! salto para atrapar una tercera luciérnaga. La tomo delicadamente entre el indice y el pulgar,presionando lo suficiente como para que no se escapara pero cuidando que no se fuera a lastimar. La acerco a su rostro para poder ver de donde emitía su luz,cinco anillos, ¿O seis? y volvía a contarlos para estar segura. Le divertía ver esos minúsculos insectos. Se quedo observándolos uno, dos, tres minutos. Se levanto, abrió el pequeño frasco lleno de pasto y tierra, y reunió esa ultima luciérnaga con las otras diez.Ven, le dijo la metió en el frasco busco a las demás que se escondían entre las ramitas. Corrió hacia su casa, su madre, que la esperaba sentada, se tomo la limonada que le ofrecían y se fue. Busco un lugar con sombra,alejada de todos. Un lugar para ella y sus luciérnagas que habitaban el frasco vació de mermelada. Las saco y les dio permiso de caminar y explorar sus manos. La libertad de caminar por encima de su piel,por encima de ella. No les quitaba los ojos de encima para no dejarlas ir, seguía con sus ojitos el nervioso trayecto. Que haces hija pregunto la mama, ella en silencio saco una por una para dejarlas ir. Papa me dijo una vez, que las luciérnagas iluminan la noche y así las personas perdidas encuentran el camino a casa,por eso lleno el jardín de luciérnagas, quiero que Papa encuentre el camino y regrese a casa....