martes, 1 de mayo de 2012

1° de Mayo

Sin rumbo fijo camino por la plaza de las apariencias de la calle Morelos, a unos cuantos pasos dos chicos con rastras hasta la cintura interpretan magistralmente,con su sax y su guitarra, un jazz moderno que atrae a los paseantes y hace que arrojen,sin pensar, una moneda en la caja del sax. No se detienen a verlos,siguen su marcha escuchando la música que inunda el ambiente, Aunque se ve que le saben, esa música me parece sin ritmo, sin pies ni cabeza. 

 Me llama la atención un joven que toca el violín pero que casi nadie escucha porque el jazz de un lado y los gritos del otro opacan el llorón sonido. Me le acerco. Le echa ganas, le imprime sentimiento: "La Primavera" de Vivaldi, reconozco la pieza. Le aplaudo y lanzo una moneda al terciopelo rojo de la caja del violín. Le pido que toque un tango y me complace. Camino hacia los gritos. Me abro paso entre el círculo compacto. 

Unos acróbatas hacen piruetas con una cuerda, vueltas y maromas de alto riesgo sobre el adoquin. ¡Impresionante!, grito y aplaudo junto a los demás mirones. De pronto, de un hotel a media calle, salen los novios y tras ellos los invitados que les avientan, en vez de arroz, pétalos de rosas, abrazos, muestras de amor y deseos de felicidad. La novia lleva un vestido amarillo lleno de encajes, el novio, de esmoquin, la toma de la mano, posan para la foto se despiden y huyen corriendo perseguidos por los demás. Al final del adoquin frente a un super 7 por la calle Hidalgo,se encuentra un carrito de hot dogs del mismo se escucha una cumbia por la bocina recargada de un poste.

 De entre la gente aparece un bailarín atípico: zapatos puntiagudos blancos con lila, traje morado y sombrero del que sobresale una pluma azul, no tiene rostro, lleva la cabeza cubierta con una malla negra, baila de todo, la gente le aplaude y cuando le depositan monedas en una caja, él se alegra, besa la mano de las damas y saluda a los caballeros, una mezcla de Tintán, Resortes, Un tipo con gracia. 

 El sol se oculta. Con un aplauso culmina la tarde y con unos pasos la calle, que dormirá para despertar el siguiente 1° de Mayo.