domingo, 24 de noviembre de 2013

Lo hemos dejado de hacer...

“A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante” 

Nos cuesta leer. Lo que tanto nos gustaba hacer antes lo hemos dejado de hacer. Los tiempos avanzan pero eso no significa que se haga para mejorar. 
Tan lejos quedaron aquellos momentos cuando comprábamos un libro y lo leíamos desde la portada hasta la contraportada. Cuando le dábamos un lugar en nuestro librero preferido y lo evocábamos cada vez que veíamos, recordando sus textos… Lo olíamos incluso. Lo releíamos. Permanecía con nosotros y su visión inerte en un mueble nos evocaba innumerables historias. Un libro nos marcaba y lo queríamos cerca, para contemplarlo. Al igual que todas esas tardes gozando entre los pasillos de alguna librería, rodeados de tomos, novedades o no, envueltos en letras para leer portadas, para decidir y conseguir nuevos razonamientos para soñar.

Nos cuesta leer. Hemos perdido la costumbre y cuando algo deja de practicarse acaba por olvidarse. Ya no nos acordamos de aquellos momentos que perdíamos eligiendo un disco que acababa de salir al mercado, el tiempo que necesitábamos para elegir entre uno y otro comparar portadas que eran todo un arte y que nos provocaba tener que escuchar varios y dar un repaso por las últimas novedades antes de decidirnos por uno u otro. Y conservar el disco. Escucharlo nuevamente, ya fuera en el tocadiscos o en el reproductor más moderno. Porque antes se valoraba la calidad del sonido, ahora lo que se lleva es escucharlo todo y cuanto antes mejor y cuanto más mejor. Con la llegada del CD ya no absorbe ni atrae obtener y guardar el material, tan sólo en consumirlo.

La afición del coleccionista se perdió con la modernidad.

Soy Hank Chinaski desde el Backstage de la vida...