miércoles, 3 de marzo de 2010

Les llego la Vejez




Desde que el ser humano nace mira a sus padres como los seres más fuertes del mundo, como esos personajes que tienen una fortaleza de hierro y que son quienes lo saben todo.

Si bien es cierto al llegar la adolescencia surge una crisis donde dejamos de idealizarlos, pasada esta época volvemos a reencontrarnos con ellos desde una posición adulta y amorosa. Sin embargo, el tiempo pasa y algo cambia en nuestros padres,abuelos,tios: les llegó la vejez y generalmente alguna enfermedad.

Esto puede ser sumamente angustioso para un hijo adulto pues no sabe bien a qué sentimientos se enfrentará. Es como si gran parte de su paradigma se rompiera y ahora es él quien asume una adultez absoluta y tiene que hacerse cargo no solo de sus hijos aun jóvenes sino de sus padres ancianos o muy mayores.

Es natural que los hijos nos preguntemos: ¿En qué momento nuestros familiares dejaron de ser lo que fueron?, ¿cuándo avanzó su edad y se llevó su fuerza, su temperamento y sus energías?

Las respuestas de los hijos pueden ser diversas dependiendo de la relación que existió durante toda la vida. Muchos padres fueron realmente duros y crueles con sus hijos y nunca consideraron que algún día envejecerían y ahora tienen que enfrentar sus actos, su desamor del pasado, y su ausencia.


Por otro lado, otros hijos se enternecen y endulzan ante esta situación y se les mueven los sentimientos más tiernos y de protección hacia ellos. Buscan cuidarlos y tenerlos cerca.

Otro grupo de hijos decide cuidarlos pero no dentro de su casa, con lo cual solo queda la casa de reposo o el asilo.

Para muchas personas el envejecimiento humano es sinónimo de pérdida de facultades, de testarudez, necedad, mal carácter y de terquedad. Muchas veces dicen frases como: “yo tengo razón y las nuevas generaciones están equivocadas”.

Los padres mayores se vuelven chochos, entorpecen sus movimientos, pierden la memoria reciente y enferman cada vez más fácil y perennemente.

Los padres envejecerán y llegarán a ancianos. Puede que en algún momento esto se sienta como una carga pero no olvidemos que nosotros también lo fuimos, cuando éramos chicos, para ellos. Es importante entender que este es el proceso natural de todo ser vivo.

No podemos simplemente cerrar los ojos ante la necesidad de atención de los ancianos de la familia pues lo que ellos sienten como mayor dolor es la soledad y el abandono.
Debemos dar a nuestros padres que están envejeciendo las cosas materiales que necesitan para su bienestar, pero sobre todo: tiempo lleno de calor humano, de cariño y de mucha pero mucha comprensión por sus debilidades propias de la vejez y de su soledad.

Los temores a los que nuestros padres se enfrentan en esta etapa de la vida son:
- Temor a la muerte.
- Jubilación.
- Temor a la enfermedad o a enfermarse.
- Relaciones afectivas: miedo al abandono.
- Miedo a la soledad

Muchas veces los sentimientos de nuestros padres son:
- Ansiedad
- Angustia, que se hace más fuerte y tiene manifestaciones corporales. Esta angustia (angor) duele en el pecho, en el estómago, en el abdomen, a veces con taquicardia, sudoración, palidez y otros.

- El miedo que puede responder a un peligro real o a la visión de un peligro que venga del exterior.

- La fobia es un temor injustificado que tiene que ver con la conciencia de que se están volviendo mas vulnerables.

Todo esto encuentra su mejor remedio en el amor, el perdón y la gratitud que los hijos, los nietos y la familia puede darle a un ser humano en este momento de su vida por el cual todos algún día vamos a pasar.


Animo disfruten la Vida,la Famila,el Trabajo y los Amigos.

Saludos....Ciao.