sábado, 14 de agosto de 2010

De..... Perros y Gatos

Hace 19 años llegamos de Ixtapa Ziguhatanejo estábamos recién casados y establecimos nuestro hogar en Apodaca,N.l nuestra casa nueva tipo dúplex;era linda parecía un sueño -bueno eso pensaba de recién casado- con cochera amplia,patio chico con asador,instrumento insustituible para recién casados que ansían impresionar a sus futuros compadres.
No era de lujo en fin,era una casa espectacular,y lo mejor,de renta decente.
La primera noche no dormimos por la emoción,viendo por la ventana principal las casas de nuestros vecinos,el ruido de las verjas cuando llegaban a descansar.
Uno de ellos,el de la izquierda,tenia un perrito que ladraba algo ruidoso,pero la novedad hacia que lo calificáramos de divertido.
El vecino de atrás era tranquilo,nada se escuchaba durante la noche,excepto un agradable rechinido de aparato de aire lavado,con polea que nesecita aceite.
Lo único incomodo,era que en la casa de la derecha su propietario la habia habilitado de taller mecánico muy temprano se escuchaba la radio a todo volumen y por la noche el lastimero maullido de un gato que sufría por algo.
A la siguiente noche no supe nada,pues Morfeo me noqueo en el primer round.
De día no teníamos ningún problema pues andábamos en los respectivos trabajos,solo que en las noches posteriores,el gato consiguió compañía y sufríamos conciertos de ronroneos agudos y bajos.
Desafortunadamente,eso se volvió costumbre así que intente de todo,tapones de algodón rellenos de vaselina,orejeras de cachucha para el frió,con la visera,música clásica con volumen alto,bueno hasta leche les llevaba al trio de gatunos,una noche se acabo la paciencia de mi esposa y empezaron las discusiones.
Ella quería que riñera con el vecino para que suspendiera los conciertos nocturnos pero yo no,porque podría responderme mal y enfurecerme.
Y como no pensaba ingresar al gremio de los sicarios de felinos compre un perro de la raza schnauzer,la primera noche nuestro perro ladro dos o tres veces,quedamos convencidos de que los mismísimos mininos de la casa de la derecha habían temblado.
Sin embargo,para la segunda noche "el Terri" se soltó ladrando mas fuerte que los llantos de los gatunos.
Ya para la tercera noche los gatos maullaron mas fuerte el reto era mayúsculo,pensaba-no puedo perder la batalla-,pues ya nuestras familias estaban inmiscuidas de una u otra forma,por padecer esa competencia entre perros y gatos.
"Nuestro" perro cada noche ladraba con mas potencia,así que no quedaba duda de quienes ganarían la singular batalla.
Hasta que sucedió algo extrañisimo como si algún duende hubiese puesto de acuerdo al perro con los gatos,para la vigesima segunda noche consecutiva de competencia,el perro ladraba fortísimo durante un minuto,y los gatos callaban.pero al decir un minuto,el perro callaba y los gatos maullaban,ahora si,con singular entusiasmo y entonadamente.
Aquello era de locos;ni las operas primas de Giuseppe Verdi,Donizetti,Mozart,Rossini o Wagner tomaban esos sublimes niveles,divinos y celestiales.
La pelea duro así seis meses,y tanto el perro como los gatos,llegaron a un armisticio para ya no molestar a nadie.
19 años después en casa propia en un sector residencial de Monterrey,con un rottweiler que no ladra y sin ningún felino a la redonda,como se extrañan aquellos conciertos de perros y gatos.

Saludos.......Ciao