viernes, 22 de abril de 2011

Rafael y su Ángel de la Guarda

Todas las noches Rafael se persigna y eleva sus oraciones al creador siempre se encomienda a su Ángel de la Guarda.

Angel de mi guarda,
dulce compañía,
no me desampares
ni de noche ni de día.

Pero aquella mañana se levantó sobresaltado. Le había sucedido de nuevo. Un aleteo constante casi toda la noche. ¿Sueño? ¿Realidad?. Varias veces había oído, lo podía jurar, el ruido de unas alas que revoloteaban por su habitación. Encendió la luz dos o tres veces y... nada. Silencio total. Nadie en la habitación, salvo él, la cama y un televisor en blanco y negro.

–Iré al médico-se dijo a si mismo.

-Alucinaciones auditivas- opinó tajantemente, el neurólogo consultado. –Relájese bien, que eso puede ser el principio de un cuadro esquizofrénico, y eso es grave.- Acuéstese un poco más tarde, dormirá mejor y más profundamente.

Aleteos persistentes. Agónicos. Insomnio total. Derrumbe inminente. Manoteos nocturnos, a ciegas, para intentar localizar al intruso.Y de nuevo al hospital.

-Se lo repito- Alucinaciones. Sentencio de nuevo el galeno

No hay mejora. Cada vez es más intenso el ruido de las alas doctor es una Desesperación total.

-Bien.

-Esta noche, cuando oiga los aleteos, cargue su revólver y dispare, sin contemplaciones, hacia el lugar de donde proviene el ruido, insinuó esta vez el psiquiatra. Eso lo curará, cuando vea que no es real, todo lo que oye.

A la mañana siguiente:
-¡EXTRA, EXTRA!- Gritaba el vendedor de periódicos matutinos,-¡Se encuentra Angel de la Guarda muerto de cinco balazos en la calle de Colegio Civil 133 frente al
Psiquiatrico.... EXTRA,EXTRA!!.

Rafael jamás volvió a oír los aletazos, ni aún estando en la sala 66 del Hospital psiquiátrico,cuestionandose el porque su
Ángel de la Guarda lo habia abandonado.

Saludos....Ciao