domingo, 5 de abril de 2009

Que Diria Jesus???

Son Muchas las hipotesis y son muchas las interrogantes,pero una pregunta es la esencial,
me refiero a la fotografia en la que aparece sonriendo un jerarca de la Iglesia Catolica a bordo de un convertible BMW cuando el mismisimo Nazareno entro a la Cd. arriba de un burro,por que acepto el lider religioso exibirse,de manera tan ostentosa,ante la grey a la que esta llamado a servir como pastor.
Pero,sobre todo,porque un individuo que pretende ser no solo hombre cristiano,sino cabeza visible de una comunidad que busca ser fiel al mensaje de Jesus,no debe tener semejantes desplantes de soberbia y de estupidez.
Incluso el honesto ateo admirará el destino del divino judío que marcó a la humanidad con su indeleble huella. Al margen de la fe de los lectores de la Biblia y de la veracidad histórica de esta obra, la profundidad y el dramatismo del Via Crucis son evidentes.El legado de Jesús sobrevivirá a la filosofía aristotélica, el derecho romano y las pirámides egipcias. Tanto ha influido el Nazareno en el destino humano, que compararlo con cualquier otra figura histórica se antoja un desvarío, si no una blasfemia.Tras la pasión de Jesús vino su resurrección, es decir, luego de sufrir el martirio de la expiación de los pecados del mundo, el Mesías disfrutó la gloriosa calma de su triunfo sobre romanos y fariseos.Para convencer del milagro de la Resurrección al escéptico Tomás y dar a sus apóstoles las últimas instrucciones, Jesús se encarna aquel domingo, mas enseguida, liberado de su condición humana, sube a la diestra de Dios Padre.Hay un profundo cambio de sustancia crística tras la dolorosa agonía de Jesús en la cruz. Con su resurrección, el hijo de María se glorifica y, libre de la cárcel del cuerpo, disfruta su apoteosis.Al cabo, transformando el sufrimiento en dicha, Jesús cumple felizmente su tarea, cuando resulta afortunado el desenlace de su Pasión. En otras palabras, del domingo de Ramos al de Resurrección media un ciclo de dicha-dolor-dicha que hace de la Semana Santa un fausto evento.Este ciclo es tan importante para el Nuevo Testamento, que si exceptuamos cierto relato sobre Pedro y la comparecencia de Jesús ante Pilatos, son la crucifixión y la resurrección los únicos pasajes bíblicos tratados por los cuatro evangelistas.El contraste entre la pasión y resurrección de Cristo representa la vivencia más definitiva, la prueba de fuego para los corazones de hierro. Sólo quien en verdad ha sufrido ansía el renacimiento, una nueva vida, un cambio de piel. Quien estando al borde de la muerte regresa a la vida, enfrenta su destino con ojos y espíritu renovados. Está feliz porque aconteció el milagro, sucedió lo que parecía imposible.¡Cuán ajeno a la pasión de Jesús es el enclaustrado en su torre de marfil! Por más que asista a misa los domingos y visite el Vaticano, el hombre mojigato que vive encerrado en su búnker es el antípoda del Nazareno. Aséptico e inmaculado, en un día como tantos muere sin dejar rastro.Sin duda la pasión es una premisa de la condición humana. Bien dijo Rilke: el dolor es una necesidad artística. En efecto, no ha habido ni habrá un verdadero artista inmune a las lágrimas.No obstante su apariencia bonachona y afortunada, Picasso y Homero conocieron de cerca la pena y la desventura. ¡El rico, guapo y afamado Hemingway se suicidó, y el lúdico y bromista Julio Cortázar se envició con las aspirinas!Seguramente tu capacidad para sufrir no es ni más ni menos intensa que tu capacidad para gozar. Lo dice la llamada Ley del Péndulo: entre más la aguja ascienda por el lado del dolor, con mayor fuerza remontará el vuelo hacia el otro lado.Por eso quien tiembla de dicha ante un cielo estrellado llora inconsolable la muerte de su mascota. Hablo de personalidades intensas, apasionadas, antípodas de los seres grises que, insensibles al arte y la vida, se dedican a hinchar su cuenta bancaria y pintar la casa en sus ratos libres.La Resurrección que el domingo próximo conmemoraremos es una linterna en el oscuro túnel de los tiempos corrientes. Con ella divisamos un puerto en este mar de tristeza y corrupción, y entendemos la conveniencia de disfrutar de antemano el desenlace feliz de la comedia humana. Conforta el mensaje de la Resurrección. Significa que, a fin de cuentas, el dolor tiene sentido, una razón de ser.

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